Shhhhhhh, ahora que mis científicos están descansando
voy a comentaros lo que hemos estado haciendo en estos días en nuestro
laboratorio (recordar es un secreto).
Hemos continuado experimentando con nuestro aire, y es que
nuestro cuerpo es toda una máquina de inventos que ni nosotros mismos somos
capaces de averiguar.
Nos hemos reído mucho al intentar
dejar posar una carta con nuestro aire en nuestras bocas. ¡Qué difícil! A la
gran mayoría se nos caía al suelo. Pero con el tesón y la constancia propia de los científicos, lo hemos logrado. Ahora eso sí
pasárselas al compañero expulsando el aire era aún más complicado.
También hemos creado un “invento” muy chulo utilizando una
pajita, un embudo de cartulina y una pelota de papel de aluminio; le hemos
llamado el lanza- pelotas. Con nuestro aire hemos batallado a ver cuál saltaba
más alto impulsando nuestro aire por la pajita.
Y como nuestro aire es especial puede producir música, si si
como leéis, tan solo hay que soplar muy fuerte por un tubo corrugado doblado; una trompeta para interpretar melodías
algo ruidosas ( ya les he dicho que en casa no deben tocarla muy amenudo, porque si no
nuestro amigo Bufón aparece por las noches y las hace desaparecer).
Y para terminar con buen aire, una experiencia muy limpia: jugamos a realizar pompas. Primero utilizamos una pajita, papel de acetato y jabón; después creamos pompas grandes con vasitos de yogur y garrafas. Tan bonitas eran las pompas que creaban como sus risas.
Eli.
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