Nada mejor que romper el hielo con juegos de imitación, por eso
disfrutamos con un juego en el que nos convertimos en animales. El juego consiste en que cada uno de
nosotros elige una carta que solo nosotros conocemos. Después uno por uno
imita al animal que nos ha tocado y los demás tienen que adivinarlo.
Los
hemos pasado fenomenal calentando los motores de nuestra expresividad.
Nidia.
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