La semana pasada los ludotequeros hicieron un taller reutilizacion, en el que hicieron un pollito que les gusto mucho. Lo realizaron con un rollo de papel higiénico, cartulina y papeles de colores y, para darle un toque mas real, le pusieron unos ojitos móviles muy divertidos que le daban vida al personaje.
En los talleres de manualidades es más importante el proceso creativo que el resultado; pero la obra, por humilde que parezca, debe ser apreciada por los padres, incluso retocada en casa con los hijos. Dar valor a los trabajos de los más pequeños refuerza su autoestima y sus potencialidades.
Y, cambiando de tercio, son tiempos en los que el mantenimiento y cuidado de los juguetes es
un valor añadido. Hoy en día muchos niños no se saben valorar las cosas porque parecen tener claro que si las rompen pronto les
compraran otras.
Pues el jueves hicimos mucho incapie en este aspecto. Restauramos y limpiamos algunos juguetes que no tenían muy buena
presencia y les dimos un aspecto mas atractivo. Esta actividad, a la vez que muy divertida, supuso reforzar el valor de nuestros juguetes.
Jonathan.
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