Llegó el verano, y con él, además del calor, las vacaciones y el hasta pronto para mis niños y niñas, a los que voy a echar muchiiiisimo de menos. Me voy por otros derroteros este verano porque no me he podido quedar en estos montes , pero os llevo en mi corazoncito.
Primero, me gustaría dar las gracias a mis jefes, de los que aprendo tantas cosas, por permitirme trabajar en esta actividad tan lúdica.
Primero, me gustaría dar las gracias a mis jefes, de los que aprendo tantas cosas, por permitirme trabajar en esta actividad tan lúdica.
Y por último (los dejo al final por ser lo esencial), a estos niños y niñas que me enseñan el espíritu de la inocencia y la alegría que solamente una personita de estas edades tiene, a los que los problemas del mundo ni siquiera los rozan, y para los que el mañana es siempre algo nuevo.
Ha sido todo un lujo par mí. Gracias.