Con papel decorado previamente hemos aprendido a hacer una cesta, que unida con cuerdecitas a un cuadrado de plástico nos da la posibilidad de comprobar las leyes físicas que se ponen de manifiesto con un paracaídas, puesto que el nuestro, aún siendo en miniatura, funciona de verdad igual (¡vuelaaaaa!, que decía alguno entusiasmado). Buen trabajo.
Juan.
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