Han creado, con sus amplios conocimientos en complejas tecnologías cibernéticas, la mascota de la clase. Para ello se han valido del asesoramiento de Irene y de materiales encontrados en el cubo de basura: telas, papel, palos, lana, tapones, corcho blanco, ....
Tras una larga deliberación llegaron a la conclusión de que se llamara Cereza.
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