
En este curso escolar hemos sido muy camaleonicos, dividiendo nuestras clases en un laboratorio y en una cocina .
En nuestro laboratorio imaginario, elaboramos, con colores y nuestras caritas, una preciosa orla que nos hará recordar lo bien que lo hemos pasado este curso. Nos llevamos a casa nuestras carpetas científicas en las que hemos trabajado este final de curso.
Y en nuestra cocina, donde las manos siempre estaban metidas en la masa, marinamos nuestras caras con otros ingredientes para cocinar otra orla de recuerdo.
Terminamos con una gran merendola, mucha música y muchos abrazos; y es que estos locos bajitos dejan huella en los corazones por donde pasan .
Nos vemos el año que viene y mientras tanto ... a seguir creyendo en la magia que despierta la ciencia.
Eli.
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