
Nos lo hemos pasado en grande haciendo estos dibujos, descubriendo la esencia de la simetría y sorprendiéndonos de cómo iban apareciendo nuevas formas. La técnica es muy sencilla. Se dobla una cartulina en dos y sólo podemos pintar en una de mas mitades. Cada vez que damos una pincelada de color, doblamos la cartulina, pasamos la mano para que la pintura "manche" la cara que hemos dejado en blanco y al abrir... ¡tachannn! ... se copia al otro lado.


No es porque sean mis chicos y chicas, pero pero la verdad es que algunos cuadros han quedado espectaculares.
Patri.
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